¿Quieres que de ese néctar delicioso no te amargue la hez? Pues aspírale, acércale a tus labios y déjale después.
¿Quieres que conservemos una dulce memoria de este amor?
Pues amémonos hoy mucho, y mañana digámonos ¡adiós!
martes, 29 de diciembre de 2009
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