¿Quieres que de ese néctar delicioso no te amargue la hez? Pues aspírale, acércale a tus labios y déjale después.
¿Quieres que conservemos una dulce memoria de este amor?
Pues amémonos hoy mucho, y mañana digámonos ¡adiós!
martes, 29 de diciembre de 2009
lunes, 28 de diciembre de 2009
Entre el discorde estruendo de la orgía
9:40
Publicado por
Gustavo Adolfo Bécquer
Entre el discorde estruendo de la orgía
acarició mi oído, como una nota de lejana música, el eco de un suspiro.
El eco de un suspiro que conozco, formado de un aliento que he bebido, perfume de una flor, que oculta crece en un claustro sombrío.
Mi adorada de un día, cariñosa, '¿En qué piensas?", me dijo. "En nada ..." "¿En nada y lloras?" "Es que tengo alegre la tristeza y triste el vino".
acarició mi oído, como una nota de lejana música, el eco de un suspiro.
El eco de un suspiro que conozco, formado de un aliento que he bebido, perfume de una flor, que oculta crece en un claustro sombrío.
Mi adorada de un día, cariñosa, '¿En qué piensas?", me dijo. "En nada ..." "¿En nada y lloras?" "Es que tengo alegre la tristeza y triste el vino".
domingo, 27 de diciembre de 2009
Yo sé un himno gigante y extraño
9:40
Publicado por
Gustavo Adolfo Bécquer
Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de este himno cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar; que no hay cifra capaz de encerrarle, y apenas, ¡oh, hermosa!, si, teniendo en mis manos las tuyas, podría al oído, contártelo a solas
que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de este himno cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar; que no hay cifra capaz de encerrarle, y apenas, ¡oh, hermosa!, si, teniendo en mis manos las tuyas, podría al oído, contártelo a solas
jueves, 10 de diciembre de 2009
Lo que el salvaje
9:39
Publicado por
Gustavo Adolfo Bécquer
Lo que el salvaje que con torpe mano hace de un tronco a su capricho un dios, y luego ante su obra se arrodilla, eso hicimos tú y yo.
Dimos formas reales a un fantasma, de ta mente ridicula invención, y hecho el ídolo ya, sacrificamos
en su altar nuestro amor.
Dimos formas reales a un fantasma, de ta mente ridicula invención, y hecho el ídolo ya, sacrificamos
en su altar nuestro amor.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Del salón en el ángulo oscuro
9:38
Publicado por
Gustavo Adolfo Bécquer
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tai vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
—¡Ay! -pensé- ¡cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma, y una voz, como Lázaro, espera que le diga: "Levántate y anda!"
de su dueña tai vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
—¡Ay! -pensé- ¡cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma, y una voz, como Lázaro, espera que le diga: "Levántate y anda!"
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